La luz y el blanco de la isla bonita viajaron hasta un dúplex en el centro madrileño para volverlo cálido y acogedor a más no poder. ¿Quién dijo que la gran ciudad es inhóspita?
Por Carolina G. Miranda (El Mueble)

¡Que el sol inunde el salón!
Los sofás y la mesa de centro tipo puff son de Estudio Lares Decoración, igual que la alfombra de lana con ribete.

Lo quiero muy clarito
El puff gris y los jarrones beige alto y bajo son de Kenay Home. Las bandejas de madera proceden de Batavia .
¡Aprovecha la escalera!
Ángeles puso cojines y usó este hueco en la escalera como rincón chill out para cuando vienen amigos. Los cuadros son de Ouka Leele y Mónica Fernández de Béjar, entre otros.

Desde arriba
La mesa auxiliar de madera con ruedas es de Lambert. La de madera y cristal entre los sofás es de Estudio Lares Decoración. La lámpara de pie articulada es de Kenay Home.

El comedor
La mesa es de Lambert. Las sillas tapizadas en algodón beige son de Casa Milano. Ambos, en Lares Decoración.

Bienvenido a casa
La alfombra es un kilim de lana, de Estudio Lares Decoración. El jarrón grande encima de la mesa procede de Fronda.
Un dormitorio para ver las estrellas
El cabecero y la banqueta tapizados son de Lares Decoración. La butaca en primer plano es de Lake, en El Corte Inglés.

En la mesita
La mesa auxiliar de madera con pie plegable es de Batavia. La caja circular es de Kenay.

Desde la cama
La escalera reciclada y la manta de mohair en la cama proceden de Sandra Marcos.

Un punto más cálido
Alfombra sobre alfombra es lo máximo en calidez. Queda bonito, calentito, y resulta ¡extragustoso! La alfombra de rayas es de Teklassics. La de sisal en beige es de TK, en Lares Decoración.
El salón-estudio
El piso es un dúplex con dos salones. Arriba, en este espacio abuhardillado, sofá y puff proceden de Arflex, en BD. La mesa de centro es de Estudio Lares. El baúl es de Becara.
Desde luego que en paz nos sentimos con la claridad de esta vivienda, que se hace aún más bonita con esos techos altos y sus lucernarios. “La casa estaba como se ve, es un dúplex, y el proyecto consistió sobre todo en un lavado de cara, con pintura y decoración”, nos explica Ángeles Téllez.
“Para conseguir esa tranquilidad pusimos muchos blancos naturales, maderas claras, y toques de color con cojines o mantas. La idea era algo atemporal combinado con un mobiliario de buen diseño”.
En el salón de abajo, el social (el de arriba es más privado), Ángeles aprovechó el hueco en la escalera, en un rincón, para que sirviera un poco para todo: con cojines, sirve de asientos más informales cuando vienen amigos. Otros días, hace las veces estantería y lugar de música y televisión. «En lugar de cerrar este espacio con sofás, preferí aprovechar ese hueco como un punto lúdico, y que los sofás miraran hacia el interior de la casa. El puf grande central me sirve como lugar de descanso o punto de apoyo». Y aquí viene otro truco de interiorista: «Uso mucho las fundas, aquí las vemos en el sofá y la mesa. Queda desenfadado y también es práctico. ¡Refleja reposo!».
¿Y qué hay del dormitorio? «Me gusta continuidad en las casas y que haya un concepto similar, que se note que es la misma casa. En la habitación buscaba la misma idea de serenidad». Con esa paz mallorquina impregnándonos, nos despedimos. ¡Hasta la próxima!